Desde la recepción, a través de la rampa de madera de suave pendiente en zig-zag, accederá a la zona taifa. Esta zona está dispuesta en un largo y ancho pasillo flanqueado, en su lado izquierdo, por una hilera de pivotes de madera unidos con cadenas y en su lado derecho, por cuatro vitrinas que exponen piezas de época califal. En la pared de la izquierda se muestra un gran mural que representa una recreación del jardín andalusí. En la pared derecha, en la mitad del pasillo se abre un paso, a través de una rampa de suave pendiente, que le conducirá a la siguiente sala: El salón de recepciones.
Se accedía al salón taifa a través de un jardín que reflejaba la idea del jardín del paraíso. Se dividía en cuatro partes por dos canales en cuyo centro se colocaba una fuente. Los Andalusíes desarrollaron notablemente la ingeniería hidráulica y la agricultura de regadío.
Frente al salón se disponía el jardín, cuyo suelo estaba más bajo que el del pórtico, de forma que las copas de los arboles estuviesen a nivel de las personas.
Posiblemente en él se plantasen naranjos y limoneros, arrayanes y plantas aromáticas que lo convertían en un placer para los sentidos. El agua llegaba hasta aquí a través de un acueducto que se disponía sobre la muralla de la ciudad y que desembocaba en albercas situadas junto al baño. En el existía un aljibe de ladrillo destinado al riego.
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Baños del Alcázar Califal. Plaza Campo Santo de los Mártires s/n. 14004 Córdoba
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